La pandemia de la COVID-19 ha marcado un antes y un después en nuestras vidas. No solo se ha llevado a muchos seres queridos, inundando de tristeza y vacío millones de corazones, sino que ha cambiado también nuestra forma de vivir, obligándonos a encerrarnos en casa y a activar recursos de adaptación y resiliencia para afrontar la nueva amenaza.
